miércoles, 17 de junio de 2009

Quien come con navaja


Desde mi rincón de sombra y aire acondicionado dejo escapar mi imaginación hacia las cumbres pirenaicas del valle de Arán (Lérida), más concretamente por la zona del lago de Colomer. Material de mi archivo de hace unos años.
La dura caminata sobre terreno pedregoso requiere calzado apropiado, nada de estrenar botas, mucho menos zapatillas monas con suela delgada. “Botancas” con suela bien gruesa, que aíslen al máximo las aristas de los guijarros. Imprescindible ir pertrechado de bocadillos varios y algo de fruta. Mejor una buena hogaza de pan, salchichón de medio kilo, la fruta y una navaja. Ya lo dice el refrán: quien come con navaja, come más que trabaja. El agua hasta que no se llega al lago no aparece, por lo que no está de más una botella que luego podremos rellenar de cualquier manantial. Los bastones son de gran ayuda en el descenso para no machacar en exceso las rodillas. La crema solar protectora resulta tan necesaria como en cualquier playa, aquí los rayos UV entran a saco.
Una vez arriba se agradece el esfuerzo, es un lugar para quedarse, pienso que aún quedan jirones de mi recuerdo por aquellos parajes. Si no fuera por los casi mil kilómetros que nos separan, mañana mismo emprendería la subida.

domingo, 14 de junio de 2009

Con la espada por delante

Altar con san Pablo luciendo espadón tamaño XXL

Que el autor de este blog es poco dado a fervores religiosos, resultará obvio para quien siga este blog con cierta frecuencia. Tampoco pretendo una esgrima oratoria contra los creyentes católicos, al más puro estilo de algunos testigos de Jehová, cada cual puede hacer de su capa un sayo. Aunque algunos opten por un traje de marca italiana, corbata de seda y zapatos más bien tirando a estrechos para desfilar; acompañados de ellas con modelito de riguroso estreno, subidas a unos tacones tipo yo soy más alta que la novia; todo ello para recorrer con andante “maestoso” el irregular pavimento del centro, con motivo de la celebración del Corpus. Al fin y al cabo todo lo descrito es indumentaria actual, que bajo un Sol, que aprieta por encima de los 30º C, resulta muy propio de las habilidades humanas empeñadas en nadar contra corriente.
Lo que ya chirria, con los principios elementales del cristianismo, es la iconografía elegida para presidir el altar más principal, san Pablo luciendo un espadón, que ríase usted del Cid Campeador, incorporar de esta guisa a un apóstol no deja de parecerme una invocación al belicismo. Aplicando esta regla de tres en un futuro podríamos tener algún beato empuñando un Kaláshnikov o un lanza granadas. Mientras el personal se dedica a sus asuntos solemnes, busco un poco de ritmo en la moto.

Impresiones

Todo es subjetivo, dejemos volar el yo imposible.

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Tratando la conjución de ocurrencias e imágenes. No pongo música porque se cabrean los de la SGAE.