Reflejos en la chimenea

Mañana de viernes que invertí en el paseo marítimo llamado, en el más adulador de los sentidos por el consistorio, Antonio Banderas. Creí interesante recoger algunas imágenes de la chimenea que con sus 96 metros de altura ostentó el récord de España de elevación en sus buenos tiempos, cuando servía para el fundido y laminado de plomo.
Una extraña plomada y un compás sin puntas nos llevan en ocasiones a construir la más virtual de las realidades, todo encaja en la nada, cuadra lo inverosímil con la cruda cotidianeidad, lo cual lleva a interrogarnos por la frontera entre el sueño y lo tangible.
Tal vez sea el complejo de Peter Pan, a estas alturas escojo instalarme en la frontera de lo onírico y dar la espalda a lo andado. Método recomendado para elvarse por encima de la 'euromanía' que todo lo contamina.

Esta imagen ha sido captada tal cual, a partir de reflejos en unos vidrios instalados en la base de una chimenea. Photoshop sólo se ha empleado para recortar tamaño y resolución, en abosluto se trata de un montaje sobre capas con distinta transparencia.

Ahí me las den todas

Imagen generada a partir de un fractal

La desconfianza en la justicia de este país hace aguas bajo la línea de flotación, a tenor de los comentarios que se suscitan en torno al caso del juez Rafael Tirado, cuyo juzgado dejó sin ejecutar la sentencia condenatoria que pesaba sobre Santiago del Valle, lapsus gracias al cual el condenado cometió presuntamente el asesinato de la niña Mari Luz Cortés, tampoco mejora con las conclusiones del juez instructor del caso, Wenceslao Olea, quien propone que la falta sea castigada con una multa de 1.502 €, ¿la vida de una menor tasada y medida en esa cifra?
El caso es que, su señoría Olea, ha puesto el dedo en la llaga al afirmar: "...ese retraso estaba justificado en la propia situación del Juzgado, el aumento de las ejecutorias y la caótica designación funcionarial". A mayor abundamiento añade: "...más de 600 ejecutorias que habrían de controlarse sin dejar de atender los restantes trámites".
Acierto a entender, tal vez esté muy obtuso hoy, que: el caos existe; si las cosas van mal dadas es por culpa de los funcionarios; por el contrario si marchan viento en popa es cosa del señor togado. Visto lo anterior viene a recordarme la instrucción del caso al célebre refrán “ahí me las den todas”.
Pídaseme fe en los fenómenos parasicológicos, en la abducción de los alienígenas, en cambio tarea vana será que, por estos y otros derroteros afines, deposite un gramo de mi confianza en la justicia española.

Cabezas hueras

Aburrida como anda la ciudadanía entre la malhadada crisis, desaceleración y consiguiente recolocación que se promete como un maná, venido desde las nubes gubernamentales, para que luego no digamos como aquel italiano: “non piove, porco goberno”, además de una barrila rayana en la obsesión con las elecciones USA omnipresentes; los medios de comunicación, llamados serios y de referencia, no tienen otra cosa mejor para entretenernos que la especulación, sobre una supuesta relación entre el ex presidente Aznar y la actual Ministra de Justicia de los vecinos galos, notición de portada vamos.
Cualquier estudiante de 1º de periodismo, en el primer cuatrimestre, ya discierne que circulan por la autovía del sensacionalismo, muchas andanadas contra la tele basura, para terminar uncidos al mismo yugo.
Si alguien cae en la tentación de creer que me estoy enfundando la toga y las puñetas, para defender al ex líder de los conservadores, hace aguas, simplemente me traen al pairo las intimidades de un individuo cuyo partido jamás voté. Veo con más luces y seso –con ese, no vayamos con coñas- a las testas de las imágenes, como guillotinadas en rotonda cualesquiera, que a quienes priorizan este culebrón en los diarios.

A contra corriente

Hay días que toca, ¿quién será responsable de la organización del azar?, remar contra corriente, lo cual trae consigo terminar ‘guarnío’ –destrozado en la jerga malacitana-, sin que nos movamos mucho del mismo sitio, como estos personajes de la barca, enviados desde Alemania, pero tal parece que fueran el símbolo de este día, que arrancó con un examen más afilado y perverso que sable de mosquetero, para rematar la tarde ejerciendo de fontanero, entre manguitos y juntas tóricas, oficio muy loable, pero que domino tanto como la física cuántica, aún reservo la prueba de presión para mañana, lo mismo puede pasar que termine saliendo en barca de casa, como si hubiera invitado al huracán Gustav a quedarse. Cruzaré los dedos y a esperar un milagro cuando suba a 1,5 bares el manómetro, que si funciona el de los bares será el autor de la chapuza.

Refugio de Juanar

Por fin pude solucionar el problema de la calidad de las imágenes, al funcionar Slide, aunque blogger va cada vez peor.

Tras una jornada triscando por los alrededores del refugio de Juanar, situado entre Monda y Marbella, a escasos 50 kilómetros de Málaga capital, busco condensar la experiencia de la montaña en unas pocas líneas e imágenes, los aromas, los sonidos, la sensación de plenitud en los horizontes despejados o en la penumbra de los bosques de castaños penetrados por estiletes de luz, la textura de horizonte cabalgado por alocadas nubes bajas empujadas por el poniente, deshilachadas contras las laderas, los erizos de los castaños que anuncian un otoño inexorable… aunque se antoje oculto tras los chaquetones de los comercios, basta mirarlos de soslayo para que me provocan sarampión.
A día de hoy carecemos de una tecnología que pueda aunar todas las excitaciones de los sentidos, que los reproduzca de lejos siquiera. De todas formas, a título de propuesta me quedo con el recuerdo de las zarzamoras, o moras como se designa de forma coloquial. Al menos me supieron a montaña y a libertad, después de una buena caminata, o picada que dirían en Latinoamérica, todo lo opuesto a la agricultura de invernadero, muy rentable tal vez, pero más insípida que un plato de agua.
En este Sur, de lluvias ausentes, resulta gratificante diluirse entre tanta vegetación exuberante, a pesar de un estío saturado de vientos terrales, con temperaturas que pican espuelas a los acondicionadores de aire como jinete al encuentro de su amante.
Dicho esto, me lanzó a la piscina para intentar plasmarlo en verso.

Quiero ingerir un clon de esta montaña
dejando el original todo para el futuro
cuando todo mi blog sea pura telaraña.
Tomaré de ti, zarza, el fruto y repetiré el conjuro:

"Libren el cielo y la tierra, el ser humano y sus caprichos
A estos parajes de consumirse en el fuego
porque alguien, avispado de mercados, hallare nichos
y arrasare contigo especulando como burriciego.

Mi deseo sembraré entre las densas neblinas
para su renovación de mis ideas a días vista,
firmada sobre hojas de castaños y encinas.

Acepto tu renovación con todas las condiciones,
ya que tú de la vida consagraste las rutinas
para seguir latiendo, pese a todas las violaciones".