viernes, 22 de agosto de 2008

Doble contabilidad de feria



Como la noria de la vida nos mueve de forma inexorable, sube hoy esta entrada sobre las horas previas al gran bullicio de la feria de día, hace años que en este rincón tenemos doble feria, sí igual que la doble contabilidad. Una de día y otra de noche, algo así como jaleo de guardia mire usted, pero además desdoblamos la ubicaciones. ¿La de día en un sitio y la de noche en otro? No exactamente, ahora tenemos dos ferias de día: una en el centro de más folcloreo y más lucir tipo, que ya son ganas, en plena canícula, las de embutirse en un traje de faralaes o de campero, botos de Valverde del Camino incluidos, aunque lo único que se monte sea un desgalichado ciclomotor 'made in Korea'. Puesto que jinetes y équidos dejaban el centro tal que una cuadra poco reluciente, amén de los tropiezos con los peones que estorbaban el jaque al lucimiento del poderío europata, hubo que buscar una solución: otra feria de día paralela en el real del Cortijo de Torres para que deambule el carrusel equestre a partir de mediodía -con la fresquita vamos-. Cierran y abren el cortejo sendas máquinas automatizadas de limpieza, por que de lo contrario...

El llamado cortijo no es tal, ¿alucionaciones de algún Quijote entonces? Me explico, es el nombre de una barriada o mejor dicho de una enorme explanada a punto de ser engullida por los polígonos industriales que la circundan. En ella se han instalado las casetas que ofrecen al viandante o cabalgante, según se presente, sus ofertas gastronómicas a las mismisimas puertas, todo un abanico de manjares que más bien parecen las bodas de Camacho.

Los árboles que desprenden humo en modo alguno son fruto de pirómano descarriado, sino artificio de los servicios operativos del consistorio para mitigar los rigores estivales a base de difusores de agua.

El personal de cocina debe de andar hasta el gorro, porque desde el almuerzo hasta la cena es un sin vivir, en estas latitudes los horarios son poco europeos y más flexibles que promesas de ministro en campaña electoral. Es decir que empalman semana entera al pie del fogón. La inmensa mayoría son de entrada libre, al contrario de lo que ocurre en la metropolitana Sevilla.

Como aún quedan clases, los de la rebotica (boticarios por supuesto), han montado su chiringuito con aire acondicionado y un segurata a la puerta en plan San Pedro con mala leche, para discriminar quien goza y quien se priva de pisar aquel templo construido a toda pastilla y jarabe.

Otro día tal vez siga contado un poco más de este enredo, no se vayan a marear con tantas vueltas.

Nota: en absoluto tengo objecciones contra el noble bruto, sino contra el uso urbanita narcisista ornamental que se hace del mismo. Su elemento es el campo.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Despegaron de Barajas

En tierra quedaron más que los cuerpos inertes de más de un centenar de personas, pretendían volar al Sur una tarde de verano, cuando esas alas de aluminio traicioneras dejaron en tierra todo un bagaje de ilusiones, seres queridos consumidos por el golpe acerado de unas listas que se vuelven certidumbres dantescas.
A estas horas, afectado por el recuerdo de otro accidente similar del que fui testigo, no acierto con las teclas que den un hálito a tanto dolor esparcido sobre esos tallos quebrados.
Sólo cabe como solución única pensar que su vuelo llegó al aeropuerto más alto, que no habrá más demoras.
Aquí abajo todo quedó carbonizado, por ello deseo que ese centenar vuele en paz; quienes tienen el costurón del vacío abierto miren hacia arriba buscando la sonrisa de los se marcharon sin equipaje, carecemos de cobertura para enviarle un mísero sms, pero seguro que reciben toda nuestra consternación.
(Rescato esta imagen del archivo, para expresar esa marea negra que muerde mi pesar).

martes, 19 de agosto de 2008

Biznagas de olor


La ciudad se prepara para un domingo de feria intenso, aprovecho para adelantarme a la gran avalancha que inundará todo el centro, me dedicaré a robar instantes sin el aluvión de trajes de faralaes y camperos, tal vez en otra ocasión me aplique a la España de pandereta.
Han vuelto colocar a la entrada de calle Larios (arteria principal de esta urbe), las gigantescas biznagas, réplicas de esas que los vendedores ofertan por la noche en sitios concurridos, sobre todo restaurantes y bares de copas, por lo romántico de la composición y el olor incita al diálogo de parejas.
Debo aclarar que la: ¡Biznaga “d’oloo”! Como pregonan sus mercaderes (técnica de marketing ancestral), en modo alguno es una flor que se de tal cual en estado natural. Se trata de una composición que parte de una materia prima, en este caso las flores de los jazmines, quienes se buscan la vida en esto las recolectan por la mañana con sumo cuidado, esquilmando los plantas de casas ajenas, generalmente se desplazan en ciclomotores con un recipiente, incluso los más adelantados tecnológicamente incluyen en su ‘hardware’ una pequeña escalera para acceder a las ramas que sobresalen de las tapias más elevadas. La segunda fase consiste en insertar uno por uno los albos y aromáticos jazmines en un alfiler, tarea que de la que suelen encargarse las mujeres. Continúa el proceso con el clavado de las flores, máximo 20, mediante su añadido acerado en un palo seco de hierba; a su vez estos palitos que hacen las veces de falsos tallos se clavan en una penca de chumbera (también llamada tuna en Sudamérica), desposeída claro está de espinas, ya que el biznaguero andará con ella en la mano a modo de bandeja, vale que el faquirismo lo soporten la sufrida corola del jazmín, pero no tiene tal vocación quien se mueve por ánimo de lucro.
Como hay gente para todo, un sector se refugia en la misa dominical, mientras que a las puertas del templo el limosnero cumple su misión, para que no deje de llamar la atención el astro rey ha puesto el foco sobre él, veremos cuanto aguanta, con el termómetro tomando carrerilla camino de rebasar con creces los 30ºC.
Por lo demás me llaman la atención las obras de antiguos edificios que dejan al descubierto las intimidades de lo que fueron moradas, que debieron conocer varias generaciones de inquilinos, algunos artistas que dejaron su impronta en las paredes, maestros del trampantojo como éste que sale al paso en calle San Juan, donde también ha quedado al descubierto un curioso cartel sobre la prohibición de revender pan y otros artículos, curiosa la ortografía arcaica. Otros papeles pintados de la década de los 70 salen fuera como pieles de serpiente ya mudadas.
Cerca de la plaza de la Merced, escenario de juegos de Picasso otros derribos en la calle Tomás dejan al descubierto una torre oculta, presumiblemente de la antigua judería, a poco que traten de sacar los cimientos los romanos y otros pueblos también pedirán paso.
Al final termino mis pasos a la sombra de la Alcazaba, imaginando como se lo debían montar en el teatro romano las noches de verano mis predecesores, sobre todo los de la zona VIP.

lunes, 18 de agosto de 2008

Perseidas

Paisaje nocturno desde el balcón central.
Se anuncia en los medios de comunicación una impresionante lluvia de estrellas para esa noche, me asomo y no veo más allá que las luces de tropecientas urbanizaciones en lontananza que compiten contra una luna con aspecto de tajada de melón, así que me guardo la pueril idea de pedir deseos, tal vez los acontecimientos caigan del cielo cuando menos los esperamos, me conformo con no tener más averías domésticas, sobre todo las concernientes al ordenador y a la fontanería, cuestiones éstas en las que no tienes más remedio que echarte en brazos de los auto proclamados profesionales, que más bien resultan como la serie aquella de Manolo, Benito y compañía, al final siempre termino estrellado y recabando a un satélite amigo, para que desvíe su órbita hacia mí, para que remedie los desperfectos en la nave.

Impresiones

Todo es subjetivo, dejemos volar el yo imposible.

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Tratando la conjución de ocurrencias e imágenes. No pongo música porque se cabrean los de la SGAE.